INDEPENDENCIA CREATIVA

Comprobar qué grado de independencia tienes en tus manos es un ejercicio que puede ser muy revelador. Tal vez descubras que los dedos no siempre hacen lo que deseas, lo que implica que tus decisiones musicales podrían estar subordinadas al tipo de memoria muscular que hayas desarrollado previamente.

Lo interesante de alcanzar un alto grado de soltura es que podremos ejecutar ideas que impliquen diferentes combinaciones de dedos en cada mano. También seremos capaces de medir con exactitud la cantidad de fuerza necesaria en la ejecución, y ser mucho más precisos rítmicamente. Además, esta habilidad no necesita mantenimiento como sucede en ciertas técnicas, una vez adquirida permanece contigo. Todo ventajas.

No es ningún secreto que buena parte de los ejercicios técnicos adolecen de un mal común: Son tediosos y poco musicales. Ésto sucede cuando el factor creativo y el trabajo técnico están desconectados. Por eso, y para tratar de paliar ese problema, mi propuesta requiere una buena dosis de experimentación e implicación. No basta con hacer repeticiones con el piloto automático. Lo que tu tienes que aportar es la parte más valiosa.

En primer lugar tenemos una sencilla progresión de 7 acordes arpegiados, basados tan solo en las terceras de la menor (fundamental y tercera de cada grado). Todos los acordes contienen las cuerdas 1 y 2 al aire, lo que contribuye a tener variedad tímbrica y armónica, respetando al mismo tiempo los límites de la tonalidad.

Progresión de terceras en La menor

Fíjate que en esta primera versión solo hay dos posiciones: la 3ª mayor (que abarca dos trastes) y la 3ª menor (que abarca tres trastes). Digitar estos arpegios de varias formas es importante para posteriormente ser capaz de ejecutar movimientos más complejos. Para ello, vas a hacer uso de dedos guía: aquellos que permanecen en contacto con la cuerda y ayudan a hacer desplazamientos sin que la mano llegue a quedar en el aire. Para la ocasión, solo he incluído aquellas digitaciones que no implican estiramientos, basadas en la regla del traste por dedo. Así, obtenemos 4 formas diferentes, donde siempre hay un dedo que queda inmovil, mientras otros dos se alternan pisando la misma cuerda.

• Dedo guía 1 : digitaciones 1-2 y 1-3
• Dedo guía 2 : digitaciones 2-3 y 2-4
• Dedo guía 3 : digitaciones 3-2 y 3-1
• Dedo guía 4 : digitaciones 4-3 y 4-2

A partir de aquí debes empezar a tomar decisiones basadas en tu propio criterio. Si no sabes por donde empezar, aquí tienes algunas ideas para generar contraste:

• Obtén movimiento armónico cambiando el orden de los acordes.
• Permuta las notas de cada arpegio.
• Omite y/o duplica notas.
• Cambia el valor rítmico de cada nota.
• Utiliza diferentes compases.
• Emplea diferentes técnicas: toca todo en púa, rasgueado, fingerpicking, hybrid picking, tapping de mano izquierda, o cualquier sonido que sea de tu agrado.
• No te olvides de los timbres y las dinámicas, suena de la manera más orgánica posible.

El abanico de posibilidades ayudará a impedir que toques el ejercicio de manera rutinaria. Las decisiones creativas te pertenecen, es el momento de divertirte y de poner a prueba tu técnica y tu inventiva.

Cuando te sientas cómodo con las propuestas anteriores, podrías empezar a incorporar alguna de estas 16 diferentes variaciones. Solo he escrito un compás por variación, suficiente para captar la idea, que luego aplicarás al resto de los acordes, en las 4 digitaciones anteriores, cuando sea posible.

Las variaciones 1 a 4 se basan en el movimiento de un solo dedo cada vez. Los ligados y las diferentes combinaciones de cuerdas conseguirán que todo suene más interesante. Se plenamente consciente del movimiento y la tensión necesaria en los dedos que estén pisando cuerdas. Mantén lo más relajados posible los dedos que estén libres.

Variaciones 1-4

Las puntos 5 a 8 incluyen la coordinación de dos cuerdas simultáneamente, en las notas pisadas o  las cuerdas al aire. Esta es una buena oportunidad para trabajar «Hybrid Picking» o simplemente tocar con los dedos.

Variaciones 5-8

A partir de aquí, ampliamos los sonidos de los acordes añadiendo notas en las cuerdas 1 y 2. Los cuatro dedos de la mano izquierda están ahora implicados.

Variaciones 9-12

Los cuatro últimos ejemplos añaden notas en las cuerdas 6 y 5. Experimenta con diferentes bajos para cada posición. Al mismo tiempo sigue aplicando todas las ideas previas. Llévalo tan lejos como te sea posible. Hay muchas ideas esperando a que hagas música con ellas.

Variaciones 13-16

Estas son solo sugerencias para ayudar a estimular tu imaginación. Nada de lo que está aquí escrito ha sido concebido para repetirlo mecánicamente, ni mucho menos para memorizarlo. Por el contrario, es parte indispensable del ejercicio que no te detengas en los ejemplos. He elegido la tonalidad de La menor para hacerlo más accesible a guitarristas de diferentes niveles, pero si lo traspones a otras tonalidades, modos y grupos de cuerdas diferentes, vas a encontrar más posibilidades de las que te imaginas. Altera todo lo que sea susceptible de ser alterado. Eso significa hacer muchos cambios y forzar a las manos a cumplir las órdenes de tu oído, que siempre debe permanecer atento dirigiendo la operación. Sin darte cuenta, tus dedos estarán ganando independencia, al mismo tiempo que improvisas y compones nuevas ideas. Disfruta de cada nota. Ya estás mejorando.

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