Cómo tocar un solo de guitarra perfecto

Carlos Vicent Fender Select Stratocaster

Tocar un sólo, o una sección rítmica, o cualquier fragmento musical que sea de tu interés, (para el caso es indiferente) está a tu alcance y al de cualquiera que sea lo suficientemente metódico para hacer el trabajo necesario.  Para conseguirlo, te propongo una guía efectiva y directa. Sigue todos los pasos y comprueba que los buenos resultados se basan en la práctica consistente y bien estructurada, no en talento divino.

Quiero aclarar que en este caso, me refiero a la interpretación de música compuesta, no a improvisar un solo original, para el que el modus operandi es totalmente diferente.

1. Elige el tema inteligentemente.
El primer paso, ha de ser la selección apropiada del solo. Es obvio que aunque seas metódico y trabajador, hay composiciones que requieren años de trabajo hasta que puedas enfrentarte a ellas con solvencia. El punto ideal debería ser seleccionar aquel que te obligue a trabajar para subir un peldaño hasta el siguiente nivel (que es lo que realmente deseas conseguir a través de la práctica). Si el solo elegido es del mismo o más bajo nivel en el que te encuentres, no progresaras demasiado. Si el nivel está muy por encima de tus posibilidades,  la práctica te llevará mas tiempo del razonable y con seguridad acabarás o bien desistiendo o tocándolo con errores perniciosos, como mal tono, tiempo irregular o una técnica inconsistente. Se trabajador, pero realista. Quizá el solo que deseas aprender deba permanecer un tiempo en la recámara. Mientras tanto, no te desanimes ni permanezcas inmóvil. Aprende otros solos, se constante y antes de lo que te imaginas estarás preparado para enfrentarte al solo deseado.

2. Ten una fuente de estudio fiable.
A la hora de estudiar un solo, has de asegurarte de que estás aprendiendo cada nota sin errores. La fuente puede ser una partitura, una tablatura, un tutorial de internet, un video de la interpretación o el audio original contenido en la grabación. Cualquiera de las opciones puede funcionar, pero la certeza absoluta en cuanto a la precisión, solo la encontraras en el disco. Por tanto, te invito a que jamás te fíes de nada mas que de tu oído. Hay libros oficiales llenos de erratas y transcripciones imprecisas. Contrastar cualquier fuente con tu percepción sonora debería ser prioritario. Empieza por melodías que puedas entender bien y avanza a partir de ahí. Ajusta siempre la dificultad a tu nivel, y tu habilidad auditiva se desarrollará paralelamente al resto de tus recursos.

3. Conoce las técnicas implicadas.
Por sencilla que sea, cualquier melodía que quieras tocar empleará una o varias técnicas. Es imprescindible que antes de lanzarte a aprender el solo, te asegures de al menos comprender la base técnica empleada. Si por ejemplo escuchas una nota muy aguda y desconoces la tecnica de los pinch harmonics, es muy probable que te pierdas buscando ese sonido y ni siquiera termines tocándolo correctamente. Por eso, es fundamental entender como obtener cada una de los sonidos. Dicho esto, no hace falta ser un experto en todas y cada una de las técnicas, pero si tener una idea ajustada de la ejecución real. Uno de los motivos para aprender un solo es ver el uso practico de una técnica y estudiarla en un contexto real.

4. Divídelo en fragmentos.
Para poder estudiar una gran cantidad de material, es necesario poder dividirlo en fragmentos más manejables para facilitar la asimilación y el desarrollo de la memoria muscular. Esto además, favorece tomar conciencia de la curva melódica. Un buen fraseo, ha de poseer respiraciones para que la melodía suene orgánica, no como una colección de frases encadenadas. Una vez hallas memorizado dos o más fragmentos, has de dedicar tiempo en exclusiva a enlazarlos. Algunas veces es precisamente en la conexión de frases donde reside la clave de una buena interpretación.

Los cuatro primeros puntos tratan acerca de como preparar la base necesaria antes de tocar el solo. A partir de este momento, empiezas de hecho a tocar, y es totalmente imprescindible que te asegures de no cometer ningún fallo. Eso quiere decir, tener la paciencia suficiente para mantener el control, y construir una ejecución sólida desde la calidad. Se exigente, pero no tengas prisa.

5. Elimina la tensión 
Cuando se estudia material nuevo, es muy fácil poner toda la atención en cuestiones como la digitación, la memorización, la lectura o el ritmo, y sin darte cuenta ignorar la tensión muscular. Mantener las manos, o cualquier parte del cuerpo relajada, debería ser una de las primeras cosas que aprenda cualquier estudiante de música. Es fundamental tocar siempre sin tensión, más aún cuando estamos aprendiendo música nueva. La máxima es sencilla y directamente proporcional: A mayor tensión, mayor dificultad para tocar. Haz que prevalezca siempre la soltura, construyendo la técnica en base a movimientos suaves y calculados.

6. Digita correctamente ambas manos.
La elección de los dedos de ambas manos, e incluso de las direcciones de la púa, tiene un gran componente de elección personal, sustentada en la facilidad natural y en la técnica previamente adquirida. La ergonomía siempre ha de basarse en el movimiento mínimo, por ser el más efectivo. Es crucial que no memorices una sola nota sin antes haberte asegurado de que estás eligiendo la digitación adecuada. De otro modo, tendrás que deshacer el camino andado o te veras forzado a invertir mucho más tiempo de práctica. Una técnica ineficiente puede llegar a hacerte creer que no tienes el talento necesario para tocar a determinado nivel, pero has de saber que es un espejismo. Los resultados positivos se basan enormemente en el trabajo, siempre y cuando esté bien efectuado.

7. Toca respetando la métrica
Uno de los fallos más habituales en guitarristas principiantes e incluso de nivel más intermedio, es centrarse por completo en las notas a tocar (quizá por estudiar solos directamente de tablaturas) e ignorar el valor métrico de cada figura. La precisión rítmica ha de formar parte del proceso de aprendizaje desde el primer momento. De otro modo, es fácil tender a desarrollar vicios rítmicos e incluso acabar por convencerte de que el ritmo exacto es el que te has inventado, no el de la pieza original. Practicar correctamente implica necesariamente bajar el tempo, lo que a veces complica la percepción rítmica. Por eso, es imprescindible la comprensión del ritmo, en el tempo original, para posteriormente reducirlo respetando los valores métricos.

8. Toca con buen tono. 
El timbre es uno de los parámetros menos obvios, pero más decisivos en el resultado final. Son numerosos los factores que influyen en el tono final. Los más importantes tienen directamente que ver con tus manos: la forma de pisar cada nota, el lugar preciso donde pulsar la cuerda, el ángulo de la púa, la eliminación de ruidos, el vibrato, los bends, los deslizados, o los ligados entre otros. También influyen, pero en mucha menor medida, la ecualización, las pastillas, las cuerdas, los efectos y el resto de equipo que empleemos.

9. Repite.
Después de haber memorizar todo y ser capaz de tocarlo respetando los puntos anteriores, tendrás que efectuar repeticiones a fin de construir una técnica completa y sin fisuras. Repeticiones lentas y conscientes, son siempre es el modo de proceder, pero también es critico efectuar un incremento gradual del tempo. Cuanto más suave sea la transición, mejor será el resultado final.

10. Toca sobre el disco.
Aunque pueda ser tentador empezar directamente por aquí, hay que ser paciente y no empezar la casa por el tejado. El último paso para extraer el máximo partido al aprendizaje de un solo, tiene que ver con impregnarte de la forma de tocar. En cualquier música hay más capas e información que solo armonía, ritmo y melodía. Parámetros como el volumen o la dinámica son definitivos en la interpretación final, y estos se deben adquirir a través de una cuidadosa escucha y tratando de emular en la medida de lo posible el solo original.

Como ves, no existen grandes secretos, ni remedios prodigiosos para lograr una interpretación técnicamente perfecta, al mismo tiempo que musical. Créeme, no hay nada imposible de tocar. Nada en absoluto. Es imprescindible trabajar todos y cada uno de los puntos con profundidad y precisión, pero por encima de todo es crucial tener confianza, sentido común, paciencia y una perseverancia a prueba de bombas. El resto vendrá rodado, tome el tiempo que tome.

 

En mis Clases de guitarra (presenciales en Madrid y por Skype) imparto estos y otros conceptos. Si quieres que te ayude a mejorar escríbeme un email: (carlosvicentclases@gmail.com) y veamos como trabajar juntos en tus objetivos.

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