Cuando empezamos a tocar arpegios triada con fluidez, es fácil acabar atravesando el mástil arriba y abajo sin atisbo de contraste y acabar sonando como una máquina de escribir. Para evitar la mecanicidad de esa dinámica, voy a plantear una idea prácticamente apta para todos los públicos. Se trata de tocar dos triadas diatónicas: una en cuerdas 5-4-3 y otra en cuerdas 3-2-1. Ambos arpegios quedarán enlazados mediante diferentes notas de la escala.
Es una forma casi infantil de romper la continuidad al tocar triadas o escalas, pero funciona excepcionalmente bien. Por supuesto, esto habría que desarrollarlo y aplicarlo adaptándolo al punto en el que estés. También he escrito las direcciones de púa para aquellos que lo necesiten. Las cuerdas de los arpegios se atraviesan barriendo y las líneas horizontales de la escala alternando.
Ahora te toca a ti. No lo olvides: práctica = diversión.