En armonía nos referimos a cadencias conclusivas, cuando tratamos acordes que que resuelven hacia el acorde de tónica. Este movimiento provoca una sensación de tensión y reposo, presente en la práctica totalidad de la música. En esta ocasión quiero proponer un método de estudio práctico y fundamentado en triadas cerradas, para dos de las cadencias más importantes: la auténtica y la plagal.
La cadencia auténtica consiste en un movimiento del 5º al 1º grado (V I). Si los dos acordes están en estado fundamental, además se le denomina cadencia auténtica perfecta. Prestando atención a las notas contenidas en ambos acordes y en como se conducen las voces, observarás como la fundamental del acorde V, se mantiene convirtiéndose en la quinta del acorde de tónica, mientras que las otras dos notas se desplazan un paso ascendentemente en la escala mayor. El siguiente esquema muestra tres ejemplos de cadencia auténtica conectando diferentes inversiones de ambos acordes por proximidad:
Es fundamental ahora, llevar esta información al diapasón. Se generan 3 tipos de movimiento, que multiplicados por 4 grupos de cuerda, generan 12 conexiones posibles:
En la cadencia plagal el movimiento se produce del 4ª al primer grado (IV I). Según las leyes de la armonía clásica, en esta cadencia ambos acordes han de encontrarse en estado fundamental (con la fundamental en el bajo), pero en la música moderna es frecuente emplear diferentes voicings en este movimiento.
Repitiendo el análisis en el movimiento de voces, en esta ocasión nos encontramos con que la quinta del acorde IV se convierte en la fundamental del I, y las otras dos voces descienden una nota en la escala. Comprueba esta información con la siguiente ilustración:
Permaneciendo en el tono de Do mayor, y empleando los mismos voicings triada mayor en posición cerrada, en todos los grupos de cuerdas, ejecuta ahora la cadencia plagal en tu instrumento. Presta la máxima atención a dónde se encuentra cada nota y al movimiento entre acordes:
Como cualquier trabajo que se precie, con realizar un par de ejercicios la cuestión está lejos de verse interiorizada. Así que te recomiendo que no lo dejes aquí. Llévalo a los 12 tonos, empléalo para arreglar diferentemente temas que ya conoces, practica para improvisar acordes con fluidez, y experimenta modificando todo lo que se te ocurra para crear nueva música. Cualquier idea nueva siempre es el comienzo de un viaje a un nuevo destino. Un viaje que jamás acaba, pero que te reportará muchas satisfacciones por el camino. Así sea.
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